Artículo No. 59: ¿Es el matrimonio igualitario un atentado contra las buenas costumbres?
A raíz de la decisión presidencial que se
tomó en el marco del Día Internacional de la Lucha contra la Homofobia el
pasado 17 de mayo, varias organizaciones religiosas han alzado la voz para
defender la definición de “familia tradicional” que desde su perspectiva atenta
contra la moral y las buenas costumbres. Sin embargo, es necesario hacer una
serie de reflexiones necesarias para entender porque en este siglo XXI es
fundamental actualizar nuestras mentes y asumir nuestro papel como miembros de
una sociedad cambiante.
Lo esencial de la iniciativa es reformar el
artículo cuarto constitucional en el que dice que hombres y mujeres son iguales
ante la ley sin importar orientación o preferencia sexual. Así como establecer
que el matrimonio es la unión de dos
personas que desean tener una vida en común, así como obtener todos los
beneficios que el matrimonio contrae como seguro médico o prestaciones de ley.
El matrimonio entre personas del mismo sexo
no corresponde a un asunto de “otro mundo”, pues es la decisión unánime de dos
personas. Lamentablemente en la sociedad mexicana aun impera un concepto
arcaico en el que, en primer lugar el matrimonio solo se debe de realizar entre
un hombre y una mujer; en segundo lugar la iglesia ha fomentado una ideología
de que hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda ¿a cuál categoría
corresponden las minorías sexuales? Y en tercer lugar que los homosexuales deben
de quedar ajenos a la igualdad de derechos en la sociedad.
Algo realmente alarmante que se ha generado
desde la promulgación de esta nueva iniciativa que incluye la NO discriminación
social por motivo de preferencia sexual, así como la inclusión social, es que
las iglesias han redactado un discurso discriminatorio en el que al homosexual
lo ponen en un papel total y absolutamente erróneo.
Señores y señoras ¿Cuántos casos de
pederastia hay registrados en el que el agresor es el padre biológico? O
cuantos casos hay de sacerdotes que abusan de niños y niñas. El hecho de ser o
no homosexual es una latente que en México solo está esperando para incrementar
los asesinatos por homofobia que la propia iglesia y organizaciones religiosas
están fomentando con este discurso enajenante y homofóbico.
Otro punto en el que debemos hacer hincapié
es que las iglesias están tomando en cuenta la “interpretación” del concepto
matrimonio desde su punto de vista, en días pasados las iglesias evangélicas
han mostrado una postura cerrada al decir que esta iniciativa es
discriminatoria para la mayoría de la sociedad, podríamos preguntar ¿Quiénes
son los que han sufrido de discriminación a lo largo de los años? ¿Los
heterosexuales? No solo se trata de minorías sexuales, también de indígenas,
discapacitados, entre otros. La sociedad mexicana aún no ha podido adaptarse al
cambio social y cultural que trajo consigo la entrada al nuevo milenio.
NO es que se esté enfocando a solo un grupo
social en particular, sino que se está haciendo valer sus derechos, los que han
estado ausentes y siguen estando ausentes en la mayoría de las instituciones
gubernamentales, como en el caso de la lucha contra los feminicidios, también
está la lucha por la igualdad, la inclusión y la aceptación de este grupo que
ha sido marginado y trasladado a la sombra de México.
Entre los múltiples discursos que han
promulgado la iglesia, también se encuentra en desahuciar a las mujeres que
deciden no tener hijos o abortar – esto último sigue estado penado por la ley y
por la misma religión – sería importante que también hagan un discurso en favor
de la planificación familiar, dejar de incitar a la sociedad misógina a que
siga “procreando” infantes que el día de mañana podría estar en situación de
calle y abandono por no ser hijos e hijas deseadas. Pero en lugar de esto,
siguen promoviendo una cultura ajena y
la criminalización por el acto de abortar.
Por favor, el cambio social comienza desde el
discurso que tomamos al momento de dirigirnos a las masas. No se lucha por algo
que no se tiene, se lucha por algo que ya se tiene y que no se han hecho valer.
Comentarios
Publicar un comentario