Artículo No. 60: La “satanización” de la homosexualidad y la normalización de la homofobia.

El pasado 12 de junio en distintos medios se dio a conocer el acto de barbarie donde un hombre mató a 49 personas homosexuales en el interior de un bar gay en la ciudad de Orlando, Florida y otras 53 personas resultaron heridas.

La principal premisa que se ha generado oficialmente es que el asesino identificado como Omar Mateen es “afiliado” al Estado Islámico, hecho que encaja con el discurso enajenante de Donald Trump de prohibir la entrada al país norteamericano de musulmanes. Sin embargo, el suceso no debe pasar desapercibido. Pues no es que se halla “matado a homosexuales”, sino que se ha asesinado a personas que son miembro de una sociedad, la cual en algunos países tienen prohibido incluso salir a la calle a ejercer un derecho universal: la libertad de expresión.
Como ya lo he expresado reiteradamente la homofobia es el odio hacia la homosexualidad. En muchas sociedades se sigue fomentando el desprecio y el odio hacia estas minorías sexuales. La cultura lo “alimenta” día a día recreando y transformando la imagen del homosexual en un cliché del estereotipo formado en el siglo pasado. A la par con lo anterior, las minorías sexuales van creciendo y conviviendo con la sociedad que en su interior tiene un miedo excesivo a lo nuevo y desconocido, lo que desde el punto psiquiátrico se conoce como homofobia interiorizada.

La homofobia interiorizada está constituida por dos aspectos: las creencias y las actitudes. El primero hace referencia a todas aquellas ideas que las personas escuchan sobre la homosexualidad, definiendo al homosexual como un desviado, pecador, pedófilo, etc. Mientras que el segundo aspecto se enfoca a las reacciones emocionales que son resguardadas en el subconsciente.

Esta última es el mayor reto de la lucha por la equidad, respeto e inclusión social de las minorías, pues las actitudes son difíciles de cambiar porque no responden a la razón, sino al análisis subjetivo y emocional que se hace hacia ellos y depende de las formas y métodos en que se ha entrado en contacto.

Ahora, la mediatización que se le ha dado a la masacre en el bar Pulse en Estados Unidos se ha convertido en un sinfín de discursos y posturas a favor y en contra de la comunidad LGBT. Por un lado los discursos homófobos que han dado a conocer diversos sacerdotes en donde afirman que debieron matar más gays para que los niños estén a salvo de los pervertidos.

Me permito formular las siguientes cuestiones ¿y dónde están los sacerdotes pedófilos que abusan de niños y niñas? ¿También debería alguien matar a todos los sacerdotes que abusan de niños y niñas? ¿Se debe de castigar a quienes los protegen? No se trata de fomentar el odio y desprecio hacia lo que se cree es incorrecto y corrompe las leyes de dios. Se debe asimilar y educar que la sociedad se complementa con la diversidad de vivir, amar y ser.

En Xalapa, Veracruz el pasado 22 de mayo un grupo armado de tres personas entro al bar la madame y asesino a siete personas, otras doce fueron gravemente heridas, pero ¿se habló de lo ocurrido en México? ¿Salió a la agenda pública esta noticia? Lamentablemente esta noticia y otras más relacionadas con la comunidad LGBT en México solo han salido a la luz tras lo sucedido en Florida.

Lamentablemente en México la violencia hacia cualquier persona – mujeres, indígenas, minorías sexuales, discapacitados y sociedad en general – se ha normalizado a tal punto que ni el gobierno mexicano ni los gobiernos estatales hablo de lo sucedido, sin embargo, en los hecho ocurridos en Veracruz la procuraduría del Estado en su versión de los hecho menciona que se trató de una disputa por el control de la zona por grupos armados de los carteles de la droga.

La satanización de la homosexualidad y la normalización de los crímenes de odio por homofobia hablan de una doble moral que se ha fomentado en la sociedad mexicana. Organizaciones religiosas y civiles en pro de la familia tradicional, así como políticos “conservadores” ven la homosexualidad como lo incorrecto. Mientras que si la mujer tiene varios hijos es bien visto.
Estas organizaciones religiosas deberían de preocuparse por fomentar la planificación familiar para que no haya tantos infantes en situación de calle o en espera de ser adoptados. Lo políticos debería de enfocarse en la creación e implementación de leyes que protejan a las minorías sexuales, indígenas, discapacitados. La sociedad debería de ocuparse de educar a las nuevas generaciones, inculcando el amor y aceptación de todos por igual.


¿Estás en contra del asesinato de una centena de estudiantes en Kenya? ¿Piensas que está mal que una madre amamante a su hijo en la vía pública? ¿Crees que el ser homosexual es una enfermedad? ¿Apoyas los actos pedófilos de sacerdotes católicos? O acaso ¿Los refugiados y desplazados por la guerra en Siria no son una preocupación? Solo piensa en los problemas sociales que enfrenta tu país o tu comunidad y decide actuar.

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