Artículo No. 74: A dos años de Ayotzinapa
Dos años después de ocurrir uno de los episodios más sangrientos,
oscuros y terroríficos cual película de ciencia ficción o terror que se
vivieron en la ciudad de Iguala de la Independencia, Guerrero. Me refiero a la
desaparición de cuarenta y tres estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa,
Guerrero a cargo de grupos delincuenciales en colaboración con la policía
municipal.
Dos años después de la tragedia que ha azotado a las familias, amigos y
personas cercanas al movimiento para encontrar con vida a estos jóvenes que,
probablemente se encontraron en un mal momento cara a cara con su destino.
¿Cómo ocurrieron los hechos? ¿Quién es el verdadero asesino?
Recordemos que en 2014, el municipio de Iguala de la Independencia era
gobernada por el ex presidente José Luis Abarca, quien gracias a su esposa
María de los Ángeles Pineda tenia lazos con el crimen organizado que ha
controlado la región Norte y Tierra Caliente de la entidad. En el lugar no solo
desaparecieron los estudiantes y otros resultaron heridos, también murieron un
joven miembro del equipo de futbol los
avispones de Chilpancingo y el chofer que los transporto ese día para un
encuentro amistoso contra un equipo de esa urbe.
Una de las principales consecuencias que se produjeron después de este
hecho que ha marcado no solo la historia social de México, sino que además ha
marcado un parteaguas para el gobierno de Enrique Peña Nieto, con el cual se ha
incrementado el número de personas desaparecidas y un aumento en la ola de
violencia en todo el país.
La renuncia del gobernador del Estado, Ángel Aguirre Rivero acusado de
omitir y poner barreras a las investigaciones realizadas por los peritos
traídos de Argentina y otras organizaciones no gubernamentales que han apoyado
en la búsqueda de los normalista.
La movilización de los padres y madres de familia, estudiantes de
escuelas normales y universidades públicas, gente simpatizante al movimiento
han salido a las calles a pedir, entre otras cosas la renuncia del presidente,
la entrega con vida de los 43 normalistas y de los cientos de miles
desaparecidos.
En estos dos años, la investigación “oficial”
dada a conocer por la Procuraduría General de la Republica es que los estudiantes
fueron calcinados en el basurero municipal de Cocula, sin embargo, es una
versión poco creíble por parte de un gran sector de la población que a cuatro
años de haber iniciado la nueva gestión priista en los pinos goza de la
popularidad más baja que se tenga registro.
Finalizando, Ayotzinapa somos todos, no solo los Normalistas, Padres y
Madres en búsqueda de sus hijos y familiares desaparecidos, Ayotzinapa somos
también los estudiantes, los maestros, los campesinos, la gente de clase media,
obreros que están inconformes con el trato desigual que se ha seguido
fomentando desde las más altas esferas de poder.
Minorías sexuales, Madres y Padres solteros, Familias diversas,
indígenas y discapacitados que exigen una mayor inclusión por parte de los
gobiernos que solo buscan su beneficio personal.
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