Artículo No. 06: Elecciones 2015 ¿panorama favorecedor para él colectivo lésbico-gay?

Frases como “el primer alcalde abiertamente gay de fresnillo” o “es gay el alcalde de Zacatecas” son solo algunas de las expresiones que se utilizaron en 2013, cuando ganó las elecciones municipales por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Fresnillo, Zacatecas.

Hay que hacer memoria que México a lo largo de la historia, se ha caracterizado por la dominación patriarcal y la ideología machista, donde las mujeres y personas no heterosexuales se encuentran silenciadas, pues no pueden generar una opinión porque así lo marca el  sistema en el que se ha vivido. El contener un puesto de elección popular dentro del sistema político mexicano, crea estereotipos que han dejado muy en claro que, los homosexuales no “deben” de ostentar a un cargo público.

Patria Jiménez que en 1997 se convirtió en la primera diputada federal abiertamente lesbiana, algo que para la sociedad mexicana del siglo pasado aún era una herejía a las buenas costumbres y el rol tradicional de la mujer. Actualmente dirige la ONG el closet de Sor Juana, que se dedica a la protección de los Derechos Humanos de las lesbianas mexicanas. Otro promotor, defensor y  político mexicano que se ha declarado homosexual es David Sánchez Camacho, que se ha desempeñado en cargos populares que, se enfocan a la protección de las minorías sexuales en el Distrito Federal.

Otra defensora de los derechos del colectivo gay es Enoé Uranga, que ostentó la diputación federal en 2000 y 2003. En conjunto con los anteriormente mencionados han sido las pocas personas que han desempeñado cargos de elección popular y han apoyado a esta minoría sexual, que en México. También, aunque no ganó la diputación federal representando a Oaxaca, Amaranta Gómez Regalado ha sido desde 2003 participe de varios foros, congreso y asambleas de defensa de los Derechos Humanos y las minorías sexuales.

Considerada como la “primera candidata transexual de México” por su condición de ser Muxe (terminó que se designa a las personas transgénero en la región del Istmo de Tehuantepec). Podría ser que en México se ha cambiado poco a poco la forma de pensar de las personas, aceptando la diversidad como algo simple. No es necesario seguir creando más símbolos y significados para entender que la homosexualidad representada en cualquiera de sus formas es parte de la delicada y compleja estructura social en la que nos encontramos inmersos.

En las elecciones próximas debemos de estar abiertos mentalmente a todas las posibilidades que puedan surgir, a contextualizarnos y formularnos cuestiones, porque ¿una persona heterosexual puede hacer mejor su trabajo que una persona no heterosexual?

Basta de estar en la sombra de la sociedad, debemos hacer un cambio político desde su estructura interna, y dar la oportunidad a las personas homosexuales que desean y tienen la preparación adecuada para desempeñar un puesto de elección popular. ¿Buenas costumbres? ¿Doble moral? Son algunas interrogantes que se han generado en la conciencia humana, donde se pone en tela de juicio las creencias religiosas. No debe de ser así.


Si queremos el cambio, debemos de empezar a reemplazar los simbolismos de los diferentes partidos políticos, promover las participaciones ciudadanas o ¿Por qué no? Regirnos por el sistema de “Usos y Costumbres” que varios pueblos indígenas aún conservan. Y tú ¿Qué podrías decir o hacer si ganara algún puesto popular una persona homosexual?

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