Artículo No. 08: #NoMasHomofobia
El pasado domingo 17 de mayo se llevó a cabo en México
por segundo año consecutivo el Día Internacional de lucha contra la Homofobia y
la Transfobia, pero para muchos estos conceptos les sonarán extraños, pero lo
más extraño es que se fomente aún en pleno siglo XXI la discriminación como una
forma de vivir y de tratar a las personas que nos rodean. El Día Internacional de
lucha contra la Homofobia y la Transfobia se celebra para conmemorar la
eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte
de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tuvo
lugar en Viena, Austria en 1990.
Cuyo objetivo principal actualmente es el de coordinar
todo tipo de acciones que sirvan para denunciar la discriminación a la cual los
homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales están sometidos, y para
hacer avanzar sus derechos en todo el mundo. En la actualidad varios países de
África, Asia y Oceanía la homosexualidad es castigada por las propias leyes con
penas que van desde multas, años de cárcel, mutilación genital y hasta la
muerte ¿esa conducta es aceptable en pleno 2015, donde la igualdad y el respeto
son la prioridad de los órganos encargados de brindar seguridad a los grupos
vulnerables como lo son el colectivo LGBTTTI?
En este momento surgen muchas preguntas que, posiblemente
no tengan respuestas concretas, pero estamos conscientes de que los seres
humanos somos los únicos seres vivos del planeta que matamos a los me nuestra
misma especie por diferentes cuestiones ¿supervivencia? ¿Temores o miedos?
¿Odio y resentimiento? Serían algunas por las cuales tendemos como seres vivos
a discriminar, agredir o hasta quitar la vida.
Durante el 2014, mientras sucedida la ocupación de varias
regiones de Siria, Irak e Irán el grupo terrorista “Estado Islámico” (E.I.)
llevo a cabo varias ejecuciones en plazas públicas de personas que en primer
lugar estaban en contra de su creencia e ideología política y en segundo lugar,
mucho más aterrador, el asesinato de hombres que eran acusados de ser
homosexuales por los mismos pobladores. ¿Hasta este punto hemos llegado? Desde
los meses de septiembre del año pasado hasta la fecha en esas regiones ocupadas
por el E.I. se han llevado a cabo cerca de 50 ejecuciones, las cuales consisten
en arrojar desde lo alto de un edificio a los homosexuales, y si sobreviven a
la caída de más de 50 metros, son lapidados por los pobladores y por los mismo
terroristas miembros de EI.
En un contexto muy diferente y favorecedor para las
personas homosexuales, en varios países de Europa los derechos humanos
garantizan que las personas no heterosexuales sean reconocidas, respetadas y se
les dé un trato igualitario al que recibe una persona heterosexual. Prueba de ello
es la reciente contracción de nupcias del primer ministro de Luxemburgo con su
pareja, dando la noticia en todo el mundo.
En México se celebró por primera vez el año pasado el Día
Nacional de la Lucha contra la Homofobia, siguiendo un decreto publicado el 21
de marzo de 2014. Éste se basa en el primer artículo de la constitución
mexicana, en el cual se precisa que se prohíbe, entre otras, la discriminación
de una persona a causa de su orientación sexual. Pero aún no es momento de
celebrar pues México (según la Organización de las Naciones Unidas en
coordinación con la Comisión Internacional de la Defensa de los Derechos
Humanos) ocupa el segundo lugar en más crímenes de odio por Homofobia,
Transfobia y Lesbofobia, a nivel Latinoamérica mientras que en primer lugar se
encuentra Brasil.
A pesar de que la homofobia ha cobrado la vida de muchos hombres y
mujeres que no han tenido la culpa de tener una orientación sexual diferente a
lo que “social y religiosamente” se ha establecido como correcto, los distintos
estereotipos de comportamientos de los hombres y mujeres también son una de las
barreras sociales que se tienen que romper para que la sociedad que tanto
deseamos sea una realidad. La discriminación por varias razones se debe de
evitar desde casa, con la educación que los niños y las niñas reciben, en las
escuelas con la promoción del cuerpo docente y desde luego, en la sociedad en
general, debemos de fomentar el respeto, igualdad y no discriminación.
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