Artículo No. 30: Los fieles difuntos: Una tradición a punto de extinguirse

Sin lugar a duda algo que ha caracterizado al pueblo mexicano son sus costumbres y sus tradiciones que datan desde tiempos prehispánicos, cuando civilizaciones como los mexicas, mayas y totonacas – solo por mencionar algunos – realizaban diferentes ritos y ceremonias para honrar a sus dioses. Después de la colonización española en el siglo XVI, muchos pueblos fueron perseguidos por frailes que venían a convertir en católicos a los habitantes de las ciudades y poblados ocupados.

Una tradición que aún perdura y se aferra a la identidad mexicana, es la celebrada a la muerte, a los seres queridos que se han marchado de este mundo terrenal y se han transformado en solo un recuerdo, una lagrima, una alegría: Los fieles difuntos o día de muertos, pero ¿Qué es esta celebración?

Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones desde la época precolombina. Entre los pueblos prehispánicos era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.

A pesar de existir una enorme influencia norteamericana en México respecto a la celebración del día de los muertos, en la actualidad, esta festividad se ha visto desplazadas – en mayor medida por los jóvenes – por festividades como el Halloween, de origen Europeo. Si bien es necesario reconocer dos aspectos característicos de esta tradición: la catrina y el altar.

LA CATRINA

La historia de La Catrina empieza durante los gobiernos de Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. En estos periodos, se empezaron a popularizar textos escritos por la clase media que criticaban tanto a la situación del país como de las clases privilegiadas. La versión original es un grabado en metal con autoría del caricaturista José Guadalupe Posada. El nombre original es Calavera Garbancera. «Garbancera» es la palabra con la que se conocía entonces a las personas que vendían garbanza que teniendo sangre indígena pretendían ser europeos.
EL ALTAR DE MUERTOS

El altar es la representación de la visión que todo un pueblo tiene sobre el tema de la muerte, y de cómo en la alegoría conduce en su significado a distintos temas implícitos y los representa en forma armónica dentro de un solo enunciado. El altar de muertos es un elemento fundamental en la celebración del Día de Muertos. Los deudos tienen la creencia de que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia ese día, y así consolarlos y confortarlos por la pérdida. Los altares contienen elementos y símbolos que, en conjunto hacen la invitación al difunto para visitar a sus familiares.
En ceremonia llevada a cabo en París el 7 de noviembre de 2003 la Unesco distinguió a la festividad indígena de Día de Muertos como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad. Sin embargo, es necesario inculcar a las próximas generaciones conservar tradiciones como el día de los muertos, pues refleja la mejor parte de la identidad que tenemos como mexicanos.


A pesar que año con año la juventud se enfoca más a celebrar festividades como el Halloween, algunos investigadores de la Facultad de Antropología e Historia de la Universidad Nacional Autónoma de México mencionan que no es malo participar en ellas, de hecho se pueden convivir las dos celebraciones en total armonía, siempre y cuando no se olvide a que identidad pertenecemos. El día de muertos es nuestro, es un día donde debemos de recordar a quienes nos han dejado en el camino de la vida para pasar a un mejor lugar: El descanso eterno.

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