Artículo No. 43: PERIODISMO en México. Una sentencia de muerte para quienes lo ejercen.

En 1539 llega a México la primera imprenta a cargo del italiano Juan Pablos, quien fue traído por el Arzobispo Fray Juan de Zumárraga, es a partir de entonces, que comienzan a circular esporádicas hojas volantes que eran conocidas por contener noticias religiosas, oficiales y comerciales. Fue hasta 1811 cuando a cargo del cura Miguel Hidalgo y Costilla se crea el periódico Despertador Americano, que difundía las corrientes de pensamiento de aquella época, cuando se comenzaba la lucha por la independencia de la Nueva España, ahora México.

En los años 1858 a 1872 cuando el México independiente se encontraba gobernado por Benito Juárez y Sebastían Lerdo de Tejada, las condiciones de libertad de expresión mejoraron gradualmente, pues se encontraban especificadas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Esto dio lugar a que algunos periódicos de la época generaran confrontación respecto a puntos de vista liberales y conservadores. Fue hasta 1884 cuando el Presidente Porfirio Díaz comenzó a entregar subvenciones mensuales a los periódicos para que estos mostraran solo la mejor cara de la política mexicana.

A partir de ese momento comenzó lo que actualmente se llama convenios entre empresas periodísticas y gobiernos locales, estatales y federales para que se informe de las acciones y Buen labor que los gobernantes y presidentes hacen durante sus cargos políticos.

Para finalizar esta aproximación, existen lazos muy fuertes entre las autoridades políticas y los medios de comunicación que son perjudiciales para la libertad de expresión. Así pues, la mediatización mexicana ha concluido en el “gobierno” del duopolio Televisa/Tv-azteca que poseen el 90% de las concesiones de televisión abierta, radio, revistas y otros medios de comunicación disponibles.

Las elecciones de 2012 que dieron como ganador a Enrique Peña Nieto bajo el Estandarte del PRI-PVEM dio pie para que iniciara uno de los enlaces más mediáticos de la historia mexicana, pues el PRI y Televisa crearon vínculos con la nueva familia presidencial. Fue así como la libertad de expresión se vio eclipsada por las informaciones oficialistas que se dan a conocer en los noticieros de dicha empresa comunicacional. Si bien para tener mejor conocimiento sobre este tema, pueden leer el libro Peña Nieto: El gran montaje de Jenaro Villamil.

La ONG francesa Reporteros sin Fronteras (Reporters sans frontières) menciona que: México es uno de los países más peligrosos del mundo para los periodistas; las amenazas y los asesinatos a manos del crimen organizado –incluso de las autoridades corruptas– son cosa de todos los días. Para conocer el balance anual de RSF pueden consultarlo en el siguiente enlace: http://es.rsf.org/IMG/pdf/rsf_bilan_esp_2412.pdf


Con ocho periodistas asesinados en 2015 –en cinco de estos casos aún se desconoce la razón por la que los mataron– México sigue siendo el país más mortífero de América Latina para el gremio periodístico. Los estados de Veracruz y Oaxaca, en el sur del país, son los más peligrosos para los reporteros, quienes se convierten en blanco de las mafias y de los políticos locales cuando denuncian hechos de corrupción.

El asesinato de Rubén Espinosa el pasado 31 de julio de 2015 y el de Anabel Flores periodista y reportera asesinada el pasado 9 de febrero en los límites entre Veracruz y Puebla, son la muestra de que en México ya no existe ningún refugio para los periodistas amenazados. Estos dos casos se suman a la lista de asesinatos que han marcado el Gobierno de Javier Duarte, Gobernador constitucional del Estado de Veracruz. Que desde 2010 lleva ya 19 asesinatos.

No es de sorprenderse y como menciona Lolita Bosch en la última década, el narco ha tomado el poder del crimen organizado y eso hace que sea más fácil investigarlo, pero también que afloren las relaciones entre las redes financieras y políticas. Se ve de qué manera están tan vinculados los tres poderes fácticos. Cuando eso ocurre, empiezan las matanzas de periodistas. “El periodismo de investigación pone en riesgo al poder político”.

El Estado de Guerrero se encuentra dentro del Top-5 de los Estados más peligrosos para ejercer el periodismo, superado por Chihuahua, Veracruz y Tamaulipas. Esto es debido a la elevada violencia que ha caracterizado estas zonas del país. En la semana pasada el corresponsal de la revista proceso, Ezequiel Flores interpuso una demanda en la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero por las constantes amenazas que ha recibido, así pues ese mismo día, fue amenazado por un ex diputado del Partido de la Revolución Democrática, quien horas después negó los hechos.

Ahora bien cabe preguntarnos ¿de quienes nos vamos a cuidar como periodistas? Porque si bien, el hablar de temas relacionados con la corrupción, seguridad pública o crimen organizado, es estar hablando de la situación actual que vive no solo el Estado, sino el país entero. Y por otro lado, al hablar de las deficiencias que tienen los gobiernos entrantes y salientes, y señalar a políticos que se caracterizan por ser corruptos, ineptos e ineficientes, es también tener como enemigo a las instituciones públicas que si bien o mal tienen “poder” para acallarnos o en casos como el de Rubén Espinosa o Anabel Flores silenciándonos privándonos de la vida.

La frase conocida no se mata la verdad matando periodistas, ha tomado fuerza desde los acontecimientos pasados cometidos en contra del gremio periodístico. El gobierno de la Republica debería de dejar de estar dejando a un lado la verdadera cara de México, donde la Violencia, Asesinatos, Tortura, Desapariciones, Ejecutados, Corrupción, entre otras son la constante en este mediano gobierno donde aún faltan tres años para que tengamos la posibilidad de elegir a un nuevo presidente de México, pero ¿cambiara la situación para los periodistas con un nuevo gobierno?

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