Artículo No. 48: Familias homoparentales y adopción en el estado mexicano

Durante años, en México se ha estigmatizado a las minorías sexuales por su condición de ser “diferentes” a lo que socialmente se ha establecido como normal. Estas minorías sexuales en la actualidad luchan día a día no solo por ser respetadas, sino que además la lucha social en la que se encuentran es por la redefinición de su identidad colectiva que los ha marcado desde que comenzó su lucha a mediados de la década de los sesentas.

Lamentablemente, a pesar que se han hecho muchos avances en materia de equidad, igualdad, respeto de las garantías individuales y promoción de la no discriminación, la cultura mexicana poco se ha transformado de aquella que ha predominado desde los años del México independiente. El machismo como fuente de educación familiar, las ideas misóginas y patriarcales han hecho que no solo sean afectadas las minorías sexuales, sino que además también son incluidas en estos conceptos todos aquellos que no cumplen con las condicionantes sociales que se han formado.

Las minorías sexuales, sexoservidoras, mujeres, indígenas, discapacitados e incluso extranjeros que son residentes deben de lidiar con las consecuencias de la sociedad mexicana que reafirma su intolerancia y desprecio a lo que ve como “anormal” en los diferentes grupos sociales con los que se convive. Existen muchas formas de inculcar la indiferencia, discriminación e incluso fomentar a que se lleven actos violentos como los homicidios, estas formas están dentro de entornos como en la política, en la cultura, la educación, la sociedad o la religión.

En este último las autoridades religiosas han hecho hincapié en el concepto familia, la cual debe ser construida por un hombre y una mujer “siguiendo las escrituras”, y engendrar  descendencia para inculcarles valores e ideas que a ellos sus padres les transmitieron. Sin embargo, en este siglo XXI, es donde se ha cambiado por completo este concepto, y donde se han dejado atrás las ideas patriarcales, misóginas, de exclusión y discriminación.

Francisco del Toro: ¿Cine de crítica social o cine de discriminación?

Conocido como Paco del Toro, se ha centrado en la producción de un cine donde refleja problemáticas sociales que afectan a la sociedad directamente, y en donde utiliza este medio para la difusión de su mensaje, incluyendo directamente la ideología de su fe protestante. Ha realizado largometrajes del género dramático donde el mensaje es buscar a dios y corregir el camino que se ha tomado, diciendo que Jesús es el Salvador.

Entre las películas que ha producido desde 1989 y donde las que han causado polémica son: S.I.D.A. Síndrome de la Muerte, Cicatrices, La santa muerte y Pink: El rosa no es como lo pintan, esta última que se estrenó el pasado 9 de marzo ha causado un debate social, pues aborda el tema de las parejas del mismo sexo y la adopción de menores. En las producciones de Francisco del Toro hay marcadas visiones homofóbicas, misóginas y discriminatorias que las ha caracterizado, afirman expertos en cinematografía.

En este nuevo film la historia gira en torno a una pareja homosexual, la adopción de un niño y la redención hacia una vida libre de pecado. La vasta filmografía de Paco del Toro merece un análisis en sí.  Su cine es caracterizado por tres factores: 1) un tema social y generalmente controversial, con protagonistas moldeados por lo mismo; 2) un énfasis en la drama esforzadamente auténtico que busca provocar disgusto; y 3) el evangelio de las buenas nuevas en Cristo que un personaje termina compartiéndole a otro.

En una entrevista que realizo en días posteriores al estreno de su más reciente film, Paco del Toro hace mención a que el tema para esta cinta es la homosexualidad con el fin de convencer a los homosexuales de su pecado. También en otra entrevista realizada en el espacio de Javier Poza para Grupo Formula expreso “una pareja gay puede y debe tener los derechos de cualquier ciudadano, seguro social, etc., pero también creo en la familia, en la unión hombre y mujer, y yo creo que admitir situaciones o decir que cambiar leyes como decir que ellos ya es un matrimonio, no creo, no creo en eso"

La adopción en México

El termino adopción refiere propiamente a la acción de tener bajo su custodia, protección y apoyo a infantes o adolescentes que han sido abandonados por sus padres y madres biológicos, aunque existen diversas formas, como aquellas mujeres que dan en adopción a sus hijos e hijas por razones sociales o culturales.

Si bien, en México los trámites de adopción para las parejas heterosexuales son de aproximadamente un año o año y medio, mientras que para las parejas homoparentales el trámite se complica, pues aún existen diversas barreras que impiden que se concrete el papeleo. La adopción por parte de parejas del mismo sexo es legal en 25 países y en algunas jurisdicciones de Australia.

La discriminación sexual dentro del sistema jurídico, se presenta en dos formas: una represiva y otra denegatoria. La primera se enfoca en las prácticas o conductas sexuales, mientras que la segunda se dirige a la negación de específicos derechos humanos y civiles. En países que anteriormente penalizaban la homosexualidad, aún niegan el derecho al matrimonio y a la adopción.

Desde 2009, se permite la adopción a parejas homosexuales en la Ciudad de México. Convirtiendo al entonces Distrito Federal como la primera entidad federativa en reconocer las uniones civiles entre personas del mismo sexo y la posibilidad de realizar los trámites de adopción. Lamentablemente, en distintos sectores de la población, esto ha creado rechazo y protestas en contra, sobre todo patrocinadas o encabezadas por las autoridades religiosas y asociaciones católicas que defienden la idea de familia tradicional.

Concluyendo el presente, cabe mencionar que a pesar que hay distintas opiniones acerca de los matrimonios entre personas del mismo sexo y la adopción, es necesario – como ya lo he expresado con anterioridad – que se comience con una re-educación cultural partiendo de las ideas y valores que se les inculca a las nuevas generaciones. Dejar a un lado las concepciones patriarcales y misóginas que ha caracterizado al país.

Demos un salto hacia adelante, donde – particularmente hablando – las minorías sexuales sean respetadas e incluidas en todas las esferas existentes, y sobre todo dejar de estigmatizar, estereotipar y discriminar los avances que ha tenido el colectivo en los últimos años.

Aunque varios psicólogos han reflexionado y comentado que antes de iniciar el trámite de adopción, las parejas – heterosexuales y homosexuales – deben reflexionar sobre si es o no prudente tener bajo su responsabilidad a una vida que, en un futuro saldrá al mundo a vivir y poner en práctica las enseñanzas y valores que se le han inculcado en su núcleo familiar.


En muchas ocasiones, se juzga y discrimina a las parejas homoparentales que tienen hijos e hijas, re-afirmando los “clichés” que se han establecido sobre la identidad sexual. Eduquemos para progresar y no para retroceder. Vivamos nuestras vidas y dejemos al mundo que las múltiples formas de vivir se hagan presentes.

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