Artículo No. 62: La desintegración de la UE y la Guerra Siria.

A finales del mes pasado, el mundo tomo un rumbo desconocido a corto plazo, la salida del Reino Unido de la Unión Europea trajo consigo un sin número de modificaciones en el ámbito político, financiero y cultural.

Algunos expertos en la materia han expresado que la “esperada” salida de Gran Bretaña era con el fin de modificar sus fronteras y así restringir la entrada de inmigrantes a su territorio, lo anterior, es sin duda el reflejo de la guerra contra el Estado Islámico que se está llevando a cabo – principalmente – en Siria, Irak y Líbano. Este conflicto bélico que en gran medida es ideológico y político ha dejado a poco más de 13 millones en situación de desplazados o salgan del territorio para pedir asilo político en algún país de la Unión Europea.

El miedo a la inmigración, el rechazo a la presencia de población musulmana, la amenaza del terrorismo y la crítica a la Unión Europea por su incapacidad de controlar sus fronteras son los principales factores que ha traído consigo el referéndum de permanencia de la Gran Bretaña dentro del bloque de los 28 países. ¿Qué pasara ahora?

Poco más de cinco años de conflicto que se ha desencadenado por la brutalidad impune del régimen absolutista de Bashar al-Ásad así como la implicación de los países vecinos y la mira internacional de países de occidente, han alimentado al monstruo que ha provocado – según los últimos conteos – 400,000 muertos, 5 millones de refugiados – de los cuales 2.5 millones son niños, niñas y adolescentes, así como 8 millones de desplazados internos.

la desintegración de la UE podría volverse realidad, pues la salidad de uno de los fundadores de la unión traeria un efecto donimo en los demás países. Sin embargo Europa es el más afectado por la guerra siria, pues esto implica que la ola de indocumentados que desean huir de la guerra se enfrente a barreras climáticas, físicas, ideológicas, económicas y políticas. El aislamiento, el cierre de las fronteras y el endurecimiento de las medidas de seguridad no son exactamente favorables para terminar la guerra, es necesario un cambio contundente en la política exterior, es necesario volver a la democracia, y sobre todo dejar de fomentar el miedo a las múltiples y diversas formas de cultura.