Artículo No. 77: Cuando la transfobia es minimizada

De 2008 a 2016 se han contabilizado poco más de 200 casos de crímenes de odio por transfobia en México, llevándolo a ocupar el “deshonroso” segundo lugar a nivel internacional. Sin embargo, el trasfondo de estos crímenes se ve reflejado en la idiosincrasia religiosa, política y social en la que vivimos.

A mediados de este año el Frente Nacional por la Familia se proclamó en contra de la iniciativa de ley propuesta por el ejecutivo para establecer como legal las uniones civiles o “matrimonios” entre personas del mismo sexo. Convocando en varias ocasiones a marchas nacionales.

El discurso manejado por los altos jerarcas católicos en el país han expresado su intolerancia y descontento por el hecho de que en un país étnica y culturalmente diverso existan grupos sociales que no encajen con los cánones preestablecidos. ¿Hacia dónde quieren llegar? ¿Qué ganan con fomentar la ignorancia, discriminación y exclusión?

La Ciudad de México ha sido precursora desde hace un par de años en legalizar las uniones civiles entre personas del mismo sexo y el reconocimiento de la identidad sexo-genérica hacia hombres y mujeres transexuales. Pero la tolerante y amigable CDMX se ha alejado de esos términos en los últimos meses.

¿Dónde queda la comunidad Trans en México? En lo que va del año se han registrado 18 casos de personas trans asesinadas, sumándole los dos ocurridos en la CDMX y otro más en Chiapas. Uno de esos casos sumados es el ocurrido el pasado 13 de octubre, donde la activista y transexual Alessa Flores fue encontrada muerta en el interior de un hotel de la delegación Cuauhtémoc.

La comunidad transexual ha salido del umbral social gracias a los avances que han tenido, uno de ellos es el reconocimiento legal de su género. Me temo que a pesar de este avance significativo, no solo para la comunidad trans y el colectivo LGBT poco se ha hecho para erradicar la discriminación que se vive día a día.

Crímenes como los de Paola, Itzel, Alessa o como los cientos de casos más que no son denunciados se quedan en el olvido e impunidad por la falta de apoyo por parte de las autoridades. Si algo es claro es el dicho: la justicia es ciega,  probablemente para las personas diversas y que no entra en los estereotipos sociales establecidos por una sociedad doble moralista y poco informada, esta predicción se cumple.

Un  modelo gubernamental patriarcal, misógino, sexista e intolerante rige al país desde hace décadas. Poco o nada se ha hecho para resolver los crímenes de odio por transfobia, homofobia y lesbofobia. En el olvido ha quedado la tipificación de homicidios hacías personas LGBT dejándolos como “riñas Callejeras” o “crimen pasional” ¿Cuántos órganos institucionales existen en México que defiendan y protejan a la comunidad LGBT?


Finalmente en días recientes varias organizaciones civiles en pro de los Derechos de las personas LGBT, feministas y transexuales han convocado a una marcha para el próximo 1ro de noviembre, en donde exigirán justicia y atención a los casos de transfobia que se viven en el país.
Crestomatia

Comentarios

Entradas populares