Artículo No. 50: Los Porkys. Una descomposición social que afecta a todos por igual.
En
el México del siglo XXI, la desigualdad social, el atropello al respeto de los
Derechos Humanos y la Negligencia jurídica son solo algunos de los factores que
llevan a que la sociedad en general desconfié de sus órganos de gobierno que entre sus
principios está salvaguardar y proteger a la ciudadanía que los eligió por
medio del sufragio universal.
Las
esferas de poder – que se puede resumir en las familias acomodadas, políticos y
gente dedicada al narcotráfico – son quienes gozan de mayores privilegios al momento
de llevarse a cabo actos indeseables y arrogantes en donde, siempre la victima
termina siendo estigmatizada, discriminada y olvidada por las instancias se
seguridad y protección.
¿Dónde
queda el cumplimiento de las leyes constitucionales para el castigo de los
culpables? Desde el punto de vista de las elites de poder ¿Quién es el
verdadero responsable? ¿Hasta cuándo voltearemos para afrontar la realidad
sociedad que nos consume día a día?
Son
cuestionamientos que deberíamos de plantearnos a la hora de tomar como normal ver asesinatos de
mujeres, homosexuales, indígenas o niños,
agregar a nuestra vida diaria los baños de sangre que se generan en los
enfrentamientos de los grupos criminales o el hecho de sentirse consternados
por las constantes guerras y ataques terroristas ocurridos en otros países
cuando el verdadero terrorismo que vivimos se encuentra en las oficinas de
gobierno de nuestro país.
Los
hechos ocurridos en Veracruz, donde los ya famosos Porkys – no mencionare
nombres puesto que ya es del dominio público – violaron a una menor, done al
ser miembros de familias con poder económico y político, fueron evadidos por
los órganos de seguridad. Y peor aún, que la Fiscalía General del Estado simple
y llanamente diera carpetazo para no seguir con la denuncia interpuesta por el
padre de la víctima reflejan que la sociedad está en un punto crucial de su
formación: se está yendo a un precipicio, del cual es probable que no salga fácilmente.
Ana
Laura Magaloni Kerpel, Investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas
(CIDE) menciona que “En México, el papel
de cualquier procurador es principalmente político y no está asociado con la
defensa de las víctimas ni con la seguridad pública de los ciudadanos. Su cargo
es sobre todo ser un buen garante de la impunidad de los poderosos”.
Lamentablemente,
aludiendo a la anterior definición del papel del procurador de justicia, cabe
apuntalar que, la seguridad es un concepto guajiro que ha quedado relegado por
las constantes impunidades y violaciones a la ley que, con tan solo decir
Justicia suena alejado y fuera del alcance de la mayoría de la sociedad.
Con
anterioridad Ricardo Raphael publicó el libro titulado Mirreynato: la otra desigualdad, donde desde un punto de vista crítico
menciona como es que las esferas de poder mexicanas están exentas de los
procesos judiciales y penales que deben de cumplir cualquier persona que cometa
algún delito dentro de un país con un sistema de gobierno democrático y
constitucional.
Tal
parece que estos denominados Mirreyes no
son la excepción, pues en el caso de los Porkys aún sigue impune la violación
cometida en contra de una menor de edad, estudiante del nivel bachillerato de
la zona conurbana de Boca del Rio, Veracruz. Pero agregando a esto, el caso
ocurrido el pasado 22 de marzo, también en ese mismo Estado, habla de algo alarmante:
Que las personalidades que ostentan
poder y dinero hacen y deshacen a su antojo.
Cito
una frase realizada por Ricardo Raphael en su columna del 28 de marzo del
presente titulada Los Porkys del
Mirreynato, donde menciona que La impunidad se aprende en casa, la sociedad
la nutre con su tolerancia y alcanza su nivel más grave cuando el Estado nada
puede contra ella.
El
verdadero problema que existe es que la era del Mirreynato se ve plagada por
hacer de la impunidad, discriminación y derroche de dinero el pan y circo de la
sociedad. Clara y justamente se dice que estos seres van a las mejores
universidades solo a crear complejos lazos afectivos con otras personas que
pertenecen al mismo círculo social.
Reiteradamente
expertos en las ciencias sociales y antropológicas han afirmado que la sociedad
en general se compone de distintos grupos sociales que hacen que la misma
funcione como un todo, pero que pasa cuando uno de esos grupos no funciona como
debería ¿Qué podemos hacer como sociedad? ¿Qué pasa con esta sociedad? Algunas reflexiones
finales para entender mejor como es que este “problema” se desarrolla son:
Primero:
Javier Duarte de Ochoa, Gobernador del Estado de Veracruz para el periodo
Diciembre 2010 – Noviembre 2016 y quien se encuentra bajo la bandera Priista, se
ha caracterizado por ser el más violento e impune de la historia del Estado.
Segundo:
El asesinado de periodistas que han dejado a la luz pública los hechos de
corrupción hecho durante la gestión duartista han hecho que, en conjunto con
otros estados de la república, el país se situé entre los primero diez países a
nivel mundial de asesinatos de periodistas.
Tercero:
El Estado de Veracruz, al encontrarse en una zona geográfica estratégica para
el cruce de estupefaciente y drogas por parte de los carteles mexicanos han
hecho que la Zona del Golfo de México sea
disputada por dichas organizaciones y que en este enfrentamiento se produzcan
levantamientos y ejecuciones.
Cuarto:
el sistema mexicano de gobierno se ha caracterizado por ser manipulable y de fácil
corrupción que, ya se ha vuelto normal
que todos los procesos judiciales y penales en contra de las esferas
privilegiadas sean borrados del sistema o en su caso: favorecidos por el gobierno
en turno.
"cría cuervos y te sacaran los ojos" es
un dicho de dominio público y que si bien, encaja a la perfección con la problemática
que se vive en la actualidad con esta subcultura selecta denominada Mirreyes,
los cuales no hacen otra cosa que reproducir las conductas y patrones que se le
ha enseñado en casa y en finísimo grupo
social donde pocos entran.
Esta
responsabilidad se encuentra en dos
vertientes, por un lado la escasa educación recibida en el núcleo familiar
propicia que los y las jóvenes reproduzcan lo que ellos creen que es correcto y
por otro lado el favoritismo político acompañado de la constante impunidad dan
como resultado que grupos como los Porkys
sigan cometiendo sus cotorreos.
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