Artículo No. 52: Corrupción, un ente social.
La
familiaridad con que la sociedad ha agregado a su vida cotidiana la palabra corrupción es tal, que podríamos pensar
que ya forma parte de nuestro día a día. La conocemos, sabemos quiénes son los
que llevan a la práctica e incluso hemos formado parte – consciente o
inconscientemente – de esta inmensa red que ha llegado, se ha instalado y es
lamentable reconocer que poco se ha hecho para erradicarla.
Edmundo
González define la corrupción como la
acción u omisión de un servidor público o de una persona natural o jurídica del
sector privado, que usa y abusa de su poder para favorecer a intereses
particulares, a cambio de una recompensa… dañando el interés público y/o el de
la entidad privada.
Pero a
pesar que esta concepción ha se acertar a lo que en realidad es la corrupción
también se debería de citar que esta no solo afecta a la propia entidad, sino
que además, afecta a los múltiples sectores poblacionales que han de pagar las
consecuencias de estos actos, tales como obras públicas de mala calidad, solo
por mencionar un ejemplo.
En los
últimos años, México ha ocupado un lugar preocupante a nivel internacional
según los datos arrojados por el Índice de Percepción de la Corrupción, en su
análisis los países que obtienen 0 puntos son altamente corrupción, mientras
aquellos que alcanzan 100 puntos son poco o nulos en corrupción, ¿Qué pensaría
usted si supiera que México ha obtenido 35 puntos en el conteo de 2014? ¿Piensa
usted que esto afecta al país?
¿Quiénes
son más corruptos en México? Según los datos proporcionados por el Barómetro
Global de la Corrupción en su informe de 2013 indica que en el país hay tres
grupos altamente corruptos: I) Partidos políticos; II) Policía y III) Servidores Públicos.
¿Cómo
podemos observar la corrupción en la vida diaria? Al momento de entregar una mordida al agente de tránsito o al
policía preventivo, al dejar un sobre con dinero al funcionario público para
que proporcione el visto bueno a una licitación, etc. Son esas “pequeñas”
acciones que no solo afectan la economía familiar, sino que además afecta la
economía del país.
María
Amparo Casar en su escrito México:
Anatomía de la Corrupción hace mención de ciertas conclusiones al analizar
la situación en la que vive el país en materia de corrupción, cultura de la
legalidad y como es que los distintos órganos de gobierno se encuentra
inmiscuidos dentro de esta esfera que contamina la sociedad.
Sus
propuestas que incluyen desde los sectores económicos, administrativos y judiciales,
también abarca la cultura, es en esta última donde las construcciones
culturales y sociales contienen mayor peso que las primeras mencionadas. Iniciemos
dejando de ignorar la corrupción y dejar de pensar que no es un problema.
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