Artículo No. 53: Las "Ladies" de México

Prepotencia, arrogancia, pobre manejo de un lenguaje correcto son solo algunos de los sinónimos que se les puede otorgar a quienes corrompen las leyes jurídicas y sociales. Tristemente en México se ha vuelto común que servidores públicos, personas económicamente estables o hijos e hijas de personajes públicos tomen a mal cuando se hacen acreedores de faltas administrativas o jurídicas cuando sus actos conllevan a desgracias o simples espectáculos virales.

Las ladies, como forma común se han denominado a las mujeres que lejos de mostrar por que se ha luchado en estas décadas, marcan un retroceso en la constante pelea social por alcanzar el estatus igualitario y equitativo que se merecen. No estamos aquí para mostrar quien es mejor y quien no, quien merece estar lejos de las leyes y quienes deben de pagar los platos rotos de otros que se escudan con la larga manga de la política y protectorado mexicano.

Quien recordara el escandalo ocasionado por Azalia Ojeda y Vanessa Polo Cajica en 2011, cuando fueron grabadas al momento de agredir a un policía que realizaba pruebas del alcoholímetro sobre la avenida Presidente Masaryk, en Polanco. La expresión asalariado fue usada por ellas despectivamente para referirse a los policías. Pero en un país donde más de 50% de la población se encuentra dentro de ese término ¿Cómo pretende que no se sea asalariado?

Por otro lado, en la última semana de mayo de 2013, un video reveló que la senadora perredista Luz María Beristaín Navarrete exigía de manera prepotente a una empleada de la aerolínea Viva Aerobús dejarla abordar nueve minutos antes de la hora de despegue. La senadora amenazó a la empleada de la aerolínea, tratando de intimidarla por su cargo político. Si bien, en esta última es necesario hacer una reflexión a profundidad acerca de los hechos ocurridos, pues ya se ha vuelto costumbre que funcionarios públicos hagan valer su poder frente a la sociedad.

La semana pasada se volvió viral un video en donde una joven mujer es detenida por elementos de seguridad del Estado de Guanajuato, el hecho fue que la joven choco su vehículo contra cuatro más que se encontraban estacionados, el dueño de uno de ellos bloqueo el auto para impedir que huyera. Sin embargo, lo que puede resultar indignante es la acción tomada por la mujer apodada lady 100 pesos, quien intentó sobornar a los elementos policiacos con un billete de cien pesos.

Ricardo Raphael en su libro Mirreinato: la otra desigualdad menciona que las policías en sus diferentes niveles, pero en mayor medida las municipales son más propensas a caer en el juego del soborno, corrupción y crimen organizado por múltiples factores, entre ellos: el escaso equipamiento en sus lugares de trabajo, los miserables sueldos que reciben y la poca o nula educación que tienen en su formación. Sin embargo, este último no significa que deban de ser corruptos y aceptar sobornos para incrementar sus ingresos.

La educación comienza en el núcleo social primario LA FAMILIA, es aquí donde se deben de inculcar valores sociales y civiles para que en un futuro no cometamos los errores que en la actualidad muchos y muchas toman a la ligera y como algo normal, porque no lo es.

En los tres anteriores ejemplos, hay tres razonamientos diferentes pero que se encuentran ligados al mismo tiempo. En el primer ejemplo las ladies de Polanco se utilizaron palabras como asalariado y otras de forma despectiva, en el segundo claramente se ve reflejada la influencia de un servidor público que se encuentra en ese cargo y en el último la educación errónea que tiene las clases altas del país.


¿Que refleja todo lo anterior? Tristemente refleja la descomposición social en la que nos encontramos, muestra como el hecho de tener poder – político o social – es sinónimo de pasar por encima de todos sin importar estatus social, raza, género o creencia religiosa. Eduquemos a las nuevas generaciones, transformemos esta sociedad que poco a poco se autodestruye.

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