Artículo No. 51: Donald Trump. El discurso de la desigualdad
Cada
año, hombres, mujeres, jóvenes e infantes salen de sus comunidades para
emprender un viaje lleno de obstáculos, peligros y muerte para llegar a un
lugar “utópico” en donde el ingreso económico sea el suficiente como para poder
construir un patrimonio, un legado que sea el fruto del esfuerzo. A dicho lugar
se le conoce como The American Dream
pero oficialmente es llamado Estados Unidos de America.
Hace
unos meses se dio inicio a las elecciones primarias para elegir a los
candidatos a la presidencia de Estados Unidos, sin embargo, algo alarmante fue
la postulación por parte del Partido Republicano del magnate hombre de negocios
Donald Trump, quien en anteriores ocasiones ya se había destapado para intentar
llegar a la casa blanca en las elecciones de 1988, 2004 y 2012. Así pues,
durante 2006 y 2014 quiso llegar a la gubernatura de New York, sin conseguirlo.
Se
ha hablado a gran escala del constante discurso que maneja Trump en sus
presentaciones dentro de los diferentes Estados de la nación, e incluso se ve
reflejado el marcado racismo y discriminación hacia la comunidad Latina y
Oriental, pues no solo Latinoamérica – México incluido – sino que también La
República Popular de China y Japón han sido parte esencial de dicho
pronunciamiento. Entre los puntos de mayor relevancia se encuentran los
siguientes:
En
primer lugar, la imagen negativa que ha mostrado Donald Trump en contra del
gobierno mexicano ha demostrado que no solo es en contra de México, sino de
todo aquellos que, desde su perspectiva, es diferente y ajeno a su construcción
social. En segundo lugar, y en referencia a que entre su plan como probable
presidente de USA seria, expulsar a todas las industrias chinas que han hecho que la economía norteamericana sea pésimo.
Aquí una cuestión ¿no las industrias transnacionales sirven para elevar los
ingresos del PIB o sobre ISR?
En
último lugar, el Tratado de Libre Comercio de America del Norte – TLCAN – pero ¿en
que afecta el TLC a Estados Unidos? Porque si bien, es el país que más se
beneficia de este tratado internacional.
Desde
su implementación en 1994, no ha dejado de estar en el centro de la
controversia. Sus críticos en los diferentes países lo señalan de haber
afectado sectores clave de la industria nacional. Esto debido a que compañías
norteamericanas prefieren instalar sus fábricas en territorio mexicano por la mano de obra
barata, mal pagada, así como la cercanía geográfica que existe entre estos dos
países.
Lo
que queda claro es que un tratado de tal envergadura ha generado beneficios
pero también perjuicios. Según diferentes análisis el nivel de pobreza extrema
de México subió rápidamente desde la implantación del acuerdo en 1994, pasando
de un 16% a un 28% solo en los primeros cinco años. 5 millones de campesinos
tuvieron que abandonar sus tierras, elevando el desempleo urbano.
Ahora,
lo alarmante del asunto, es que La idea de un muro en la frontera
México-Estados Unidos y que, México pague por su construcción es total y
absolutamente fuera de lugar. Sin embargo fue la bandera de salida con la que
Trump comenzó su precandidatura y es como se mantiene en la actualidad.
Lo
descabellado de la propuesta no solo
afecta a México y Latinoamérica, sino que además, también afectaría al mismo
país con el incremento de protestas en contra de un gobierno que llevara a una
de las principales potencias económicas a un retroceso de veinte o treinta años
¿hasta cuándo esperara el Gobierno de México para mostrar su postura ante los
ataques xenófobos de Donald Trump?
Porque
si bien, la sociedad mexicana está en la espera de ver la reacción del
presidente Enrique Peña Nieto y de cómo maneje esta situación en conjunto con
el gabinete presidencial. Sin embargo, de llegar a concretarse la candidatura
republicana de Trump para las elecciones del mes de noviembre, México entrara
no solo a una crisis económica, sino que también será comercial y social.
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