Artículo No. 54: ¿Es Guerrero un Estado fallido?

Los acontecimientos ocurridos en el Estado de Guerrero la última semana de abril han dado de que hablar en la política mexicana, pues es la suma de múltiples factores sociales y políticos – principalmente – que han propiciado que algunos expertos giren la vista a este punto geográfico del país y se hable de un posible estado fallido.

Estado Fallido es una concepción contemporánea que se refiere a problemáticas, deficiencias e imposibilidad de reaccionar por parte de algunos Estados, quienes deben de responder a las múltiples demandas ciudadanas. En el caso específico de México, los gobiernos – en sus distintos niveles – deben de coordinarse para garantizar la protección y solución de dichos conflictos.

Podemos cuestionarnos acerca de que es lo que pasa cuando no se cumplen las demandas de la población en sectores como: Seguridad, servicios públicos o rendición de cuentas, es frecuente que surjan movilizaciones que exijan el cumplimiento y la adecuada función de los gobernantes y servidores públicos.

Al inicio del presente hablo acerca de la situación social que se vive en el Estado de Guerrero, que para muchos ya no se encuentra bajo el gobernador constitucional Héctor Astudillo Flores, sino que es dirigido por  los carteles del crimen organizado que han encontrado en los 87 municipios guerrerense el suelo “idóneo” para la siembra de amapola, así como la fabricación y exportación de drogas sintéticas.

Enrique Campo Suárez en su columna La Gran Depresión publicada en 2015 habla acerca de la situación que ha prevalecido en el Estado desde la entrada al poder del ex gobernador Ángel Aguirre, sin embargo, me atrevo a decir que Guerrero aún se encuentra en una crisis no solo política o social, sino que también es económica, pues aún prevalece un gran déficit presupuestario para satisfacer las necesidades de los casi tres millones de personas que viven en los 87 municipios de las ocho regiones del estado.

Para Robert Jackson la definición de los Estados Fallidos es: los Estados se han autodestruido gracias a la anarquía armada que impera al interior de sus fronteras, lo que ha llevado a que su gobierno falle, es decir, que no exista una institución política que ponga en ejercicio su poder. Por otro lado Noam Chomsky declara que los Estados Fallidos son aquellos que tienen la particularidad de que no protegen a sus ciudadanos, así como no respetar el derecho internacional.

Lo anterior al contextualizarlo a esta zona de México, se debería de agregar que la presencia del crimen organizado en las distintas instituciones públicas ha llevado a que la sociedad en general ya no confié en los órganos gubernamentales. ¿En quién debemos confiar? ¿Qué podemos hacer?

Guerrero, junto con Michoacán y Oaxaca son los más propensos a convertirse en estados fallidos dentro del territorio mexicano, sin embargo, en el primero se llevó a cabo el desmantelamiento de los órganos de gobierno por parte del ejecutivo para comenzar a reorganizar a la entidad y recuperarla, mientras que en el segundo, el magisterio que se encuentra en diversos puntos de Oaxaca y sus constantes protestas y movilizaciones hicieron que el gobierno mexicano actuara para no perder una región rica en recursos naturales y poblados turísticos.

Sin embargo, la zona de Guerrero es la que más problemas ha presentado – desde el punto de vista político – para que sea recuperada. ¿Qué es lo que sucede? Hay tres factores claves que se debe de entender: el primero es la presencia del crimen organizado en zonas estratégicas como lo es Acapulco, Chilapa, Chilpancingo e Iguala de la Independencia; el segundo es la represión por parte de las fuerzas de seguridad a las manifestaciones; y el tercero es el déficit económico que ha presentado el Estado desde la administración de Aguirre.

Añadiendo a lo anterior cabe destacar que la administración estatal se muestra ajena en su discurso. Así pues ¿Dónde se encontraba el Gobernador del Estado la semana pasada? Su ubicación era Guadalajara, Jalisco en la inauguración del Tianguis Turístico. Aquellos políticos que digan que en Guerrero no pasa nada, es porque no ven más allá de su realidad utópica, en Guerrero pasa algo y eso es que YA NO HAY GOBERNABILIDAD.